08. Juli 2018 · Kommentare deaktiviert für Marokko skeptisch zu Frontex an seiner Nordgrenze · Kategorien: Europa, Marokko, Spanien · Tags: , ,

Seit Jahren verhindern der spanische und der marokkanische Staat die verstärkte Frontex-Kontrolle der spanisch-marokkanischen Grenze. Die Gründe sind unterschiedlich. Der spanische Staat ist einer markanten Kritik von MenschenrechtlerInnen und linkspolitischen Gruppen ausgesetzt, weil die EU-Zäune um die spanischen Enklaven Ceuta und Melilla sowie die „heißen Abschiebungen“ von Flüchtlingen, die es bereits auf das spanische Territorium geschafft haben, zu den brutalsten Dispositiven der Festung Europa zählen. Die Flüchtlingssolidarität ist an der gesamten spanischen Mittelmeerküste im EU-Vergleich außerordentlich hoch, wie zuletzt die Aufnahme von Boat-people aus dem zentralen Mittelmeer gezeigt hat. Sodann sind sowohl Spanien wie Marokko daran interessiert, die informelle bilaterale Governance rund um Ceuta und Melilla nicht offiziell zu europäisieren. Ceuta und Melilla unterliegen nicht dem EU-Zollregime und dem Schengen-Übereinkommen; es gibt neben der gemeinsamen brutalen Flüchtlingsabschottung an den EU-Zäunen einen kleinen visalosen Grenzverkehr, der es syrischen und anderen arabischen oder nordafrikanischen Flüchtlingen erlaubt, mit relativ einfachen Mitteln durch die Grenze zu gelangen, und einen massiven zugelassen Warenschmuggel mit nationalwirtschaftlichen Auswirkungen in Marokko. Zudem möchte sich Marokko den spanischen Staat wechselweise als Fürsprecher oder als Sündenbock in Fragen der EU-Freihandelsabkommen und der Westsahara-Politik erhalten. EU-Kontrolleure mit politisch-polizeilichem Mandat direkt an der Grenze könnten manche Praktiken auf die europäische Konfliktebene ziehen, mit ungewissem Ausgang in den diversen genannten Bereichen. Als Beispiel der Berichterstattung zum Frontexthema an der spanisch-marokkanischen Grenze sei hier auf einen Zeitungsartikel aus dem Jahr 2014 verwiesen. Ähnliche Berichte lassen sich bis in die letzten Monate hinein finden.

El Mundo | 17.11.2014

España no quiere que Frontex acuda a Ceuta y Melilla para evitar testigos incómodos

  • El Gobierno asegura que la agencia europea ’no encaja‘ en las vallas de las ciudades
  • Los agentes europeos en la verja podrían asistir a las ‚expulsiones en caliente‘
  • Rabat no ve bien el despliegue porque reforzaría el carácter europeo de la frontera

Cada año, unos pocos funcionarios adscritos a Frontex, la agencia europea de control de fronteras, viajan a Ceuta y Melilla. A veces son sólo dos los que se colocan en verano, durante la operación Paso del Estrecho, cuando hay más afluencia, en los cruces a Marruecos. Controlan la documentación con sus colegas españoles. No se acercan a la valla.

Un partido político español, Unión Progreso y Democracia (UPyD), está obsesionado con averiguar por qué el Gobierno español no ha solicitado la ayuda de Frontex para frenar a los subsaharianos en sus asaltos a las verjas de ambas ciudades. España sí cuenta con la ayuda de esa agencia, desde su creación a mediados de la década pasada, para impedir que los cayucos y otras embarcaciones zarpen de Mauritania rumbo a Canarias.

A priori tendría sentido contar con la ayuda de Frontex, no sólo a causa de los subsaharianos, sino también de los sirios que, haciéndose pasar por marroquíes, logran introducirse en Ceuta y Melilla. En 2013 y el primer semestre de este año, 26.355 sirios consiguieron, según la estimación de Frontex, cruzar ilegalmente las fronteras de la UE. Fueron algo más numerosos que los marroquíes (26.250).

Rosa Díez, portavoz de UPyD en el Congreso de los Diputados, preguntó en primavera al Gobierno por qué no solicita el apoyo de Frontex y éste le contestó que los equipos de intervención rápida tienen „difícil encaje“ en ambas ciudades dada la „especificidad“ que caracteriza a la valla. Díez no se dio por satisfecha y volvió a la carga en otoño. Esta vez le respondieron que, „teniendo en cuenta las actuales circunstancias“, el Gobierno no ve „oportuno“ solicitar su ayuda porque ya „se han tomado las medidas adecuadas“.

Frontera terrestre

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, llegó a declarar, en abril, en TVE que Frontex carecía de presupuesto para acometer nuevas tareas. Algún alto cargo español señaló a la prensa que la agencia europea no solía actuar en fronteras terrestres como si, por ejemplo, no estuviese desplegada entre Bulgaria y Turquía.

UPyD llevó sus indagaciones al Parlamento Europeo, desde donde su eurodiputado Francisco Sosa Wagner preguntó en marzo, antes de dimitir por sus discrepancias con Rosa Díez, a la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, por qué la agencia europea no estaba en ambas ciudades. „Las autoridades españolas no han solicitado a Frontex el despliegue de un equipo de intervención rápida“, le contestó. Sí le confirmó, en cambio, que el Gobierno español había pedido una ayuda de 45 millones de euros para luchar contra la inmigración irregular.

Declinar la presencia de Frontex obedece a dos razones, según UPyD, otros diputados del Congreso como Jon Iñarritu (Amaiur), alguna ONG que se dedica a la inmigración y fuentes de los servicios de seguridad. El Ministerio del Interior no quiere testigos incómodos de las devoluciones irregulares que desde hace años practica en la valla de Melilla y por las que están imputados el delegado del Gobierno en la ciudad, el coronel de la Guardia Civil y su adjunto.

‚No molestar a Marruecos‘

La segunda razón „es no molestar a Marruecos“, asegura Rosa Díez. El despliegue de Frontex a lo largo de toda la frontera le daría un carácter menos bilateral y más europeo. „En el fondo es una especie de aceptación por España de la soberanía compartida con Marruecos“, asegura la líder de UPyD.

Por la misma razón, el Gobierno de Mariano Rajoy no ha trasladado a la Comisión Europea, según fuentes diplomáticas, el deseo unánime de la Asamblea de Ceuta, formulado en 2011, de que su ciudad ingrese en la unión aduanera europea de la que quiso quedar excluida, por razones fiscales, en 1986, cuando España se incorporó a la UE.

En Ceuta el Ministerio del Interior tiene también pendiente desde febrero la ampliación del espigón fronterizo del Tarajal que ahora los inmigrantes pueden rodear a la carrera con marea baja. Antes de acometer la obra en aguas territoriales españolas, Interior ha querido solicitar la luz verde de Marruecos, pero aún no la ha recibido. Por ahora sólo se han hecho las catas para las bases de los pilotajes.

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