24. Juni 2018 · Kommentare deaktiviert für OPEN ARMS geht auf Rettungskurs gegen italienische Anweisung · Kategorien: Italien, Libyen, Spanien · Tags: ,

Trotz Anweisung der italienischen Küstenwache, keine Rettungsoperationen für die derzeit mehr als 1.000 Boat-people auf sieben Booten im zentralen Mittelmeer einzuleiten, ist das Schiff der spanischen Rettungs-NGO „Open Arms“ auf Rettungskurs gegangen. Alle Entwicklungen sind in der laufenden Chronik zu verfolgen, die die Tageszeitung „El Diario“ ständig aktualisiert. Neuigkeiten können unter unten stehenden Telefonnummer durchgegeben werden.

El Diario | 24.06.2018

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Gabriela Sánchez

20:47

El barco Open Arms llega tarde al rescate de 7 pateras en el Mediterráneo tras las trabas de Italia y Malta

El barco español de la ONG Proactiva Open Arms ha puesto rumbo este domingo por la tarde hacia una zona de las aguas internacionales entre Libia e Italia donde, según los radares satelitales, había 7 embarcaciones con unos mil migrantes a bordo. El Open Arms ha acudido a la zona a pesar de la advertencia del gobierno italiano, que ha rechazado su ayuda y emplazaba a los guardacostas libios a que se hicieran cargo de las pateras. Y lo han hecho a pesar de las trabas que también habían sufrido antes por parte de Malta, que durante horas mantuvo bloqueado al Open Arms a no permitirle acercarse a puerto para repostar.

Al llegar a la zona de destino, los equipos de rescate de Open Arms se han encontrado con la patrullera número 648 de guardacostas libios con al menos un centenar de personas a bordo, que llevaban a los migrantes de vuelta a Libia. Al aproximarse la lancha de salvamento, los migrantes miraban a los socorristas españoles impasibles, resignados al asumir que serían devueltos a Libia. Era demasiado tarde para ellos.

17:22

El barco Open Arms pone rumbo al rescate de 1.000 personas pese al rechazo de Italia

El barco de la ONG Proactiva Open Arms ha puesto rumbo a la zona de aguas internacionales donde se encuentran 7 embarcaciones, con unas 1.000 personas a bordo, esperando ser rescatadas después de haber salido de la costa de Libia. El Gobierno de Italia ha rechazado explícitamente la ayuda del barco español y señala que debe ser Libia la que mande a sus guardacostas para devolver a los migrantes a ese país.

Después de que el centro de coordinación de salvamento de Roma avisase de siete barcas en peligro con cerca de 1000 personas a bordo, Italia ha rechazado que el Open Arms vaya a su rescate. “No necesitamos vuestra ayuda”, es el mensaje que han recibido en el puente de mando desde Roma. El centro de coordinación de salvamento de Roma ha comunicado oficialmente que cede a Libia este rescate, a pesar de que Libia es precisamente el lugar de salida de los migrantes.

El Open Arms está a 65 millas, pero Roma está cediendo los rescates a los guardacostas libios, a pesar de las vulneraciones de derechos humanos que implica su regreso a Libia.

Si ese sábado Malta impidió acceder a puerto al Open Arms, negándole la posibilidad de repostar y cargar los suministros necesarios para partir en búsqueda de vidas en peligro, este domingo, la avioneta Colibrí, de una ONG francesa, no ha podido sobrevolar la zona porque Lampedusa ha negado recargar combustible, según las comunicaciones mantenidas con la tripulación del buque catalán. „No quieren testigos“, denuncia Óscar Cams, presidente de Proactiva Open Arms.

15:32

Ada Colau ofrece Barcelona como puerto seguro para la acogida de los 1.000 migrantes que Italia vuelve a rechazar

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha ofrecido su ciudad como puerto seguro para la acogida del millar de personas que la ONG Proactiva ha detectado desde su barco Open Arms, tal y como está contando eldiario.es a bordo del mismo.

Italia rechaza la ayuda del Open Arms y dice que es Libia quien debe ir a por esas embarcaciones y devolverlas a suelo libio, lo que desata las alarmas de las organizaciones en defensa de derechos humanos. Aún así, el Open Arms se dirige hacia la zona de estas embarcaciones.

15:29

VÍDEO | Este es el radar satélite del Open Arms donde aparecen las embarcaciones que necesitan el rescate que Italia rechaza

Este es el radar satélite que permite a los tripulantes del buque catalán Open Arms de la ONG Proactiva localizar barcazas en el mar. Los responsables del Open Arms, como su fundador, alertan de que si Italia rechaza su ayuda y tampoco se hace cargo de los 1.000 migrantes que aperecen ya en ese radar, el hecho de que los guardacostas libios se hagan cargo de llevarlos de vuelta supondría „una devolución en caliente masiva“.

13:35

Italia rechaza que el barco español Open Arms rescate a 1.000 personas en el mar

Después de que el centro de coordinación de salvamento de Roma avisase de siete barcas en peligro con cerca de 1000 personas a bordo, Italia ha rechazado que el Open Arms vaya a su rescate. “No necesitamos vuestra ayuda”, es el mensaje que han recibido en el puente de mando desde Roma. El centro de coordinación de salvamento de Roma ha comunicado oficialmente que cede a Libia este rescate, a pesar de que Libia es precisamente el lugar de salida de los migrantes.

El Open Arms está a 65 millas, pero Roma está cediendo los rescates a los guardacostas libios, a pesar de las vulneraciones de derechos humanos que implica su regreso a Libia.

Si ese sábado Malta impidió acceder a puerto al Open Arms, negándole la posibilidad de repostar y cargar los suministros necesarios para partir en búsqueda de vidas en peligro, este domingo, la avioneta Colibrí, de una ONG francesa, no ha podido sobrevolar la zona porque Lampedusa ha negado recargar combustible, según las comunicaciones mantenidas con la tripulación del buque catalán. „No quieren testigos“, denuncia Óscar Cams, presidente de Proactiva Open Arms.

13:22

El Gobierno de Malta pone problemas al barco español de rescate Open Arms para repostar en puerto

El barco de Proactiva Open Arms tuvo que contratar este sábado los servicios de un buque portacargas para trasladar todos los suministros y gasolina desde la costa de Malta, así como a la parte de la tripulación que esperaba en tierra.

Las autoridades maltesas negaron a última hora y “de forma puntual” la autorización al Open Arms para acceder a sus puertos durante este sábado, aunque el barco de la ONG tan solo necesitaba efectuar una parada técnica para continuar su trayecto. Este domingo, los Estados miembros de la UE se reúnen para debatir nuevas políticas de inmigración y asilo.

El Open Arms no llevaba ni un refugiado a bordo, pero requería gasolina, suministros y recoger a parte de la tripulación para zarpar en la búsqueda de vidas en peligro. La restricción duraría solo 24 horas, pero no esperaron. “Mientras estamos parados, puede estar muriendo gente”, decían algunos miembros de la ONG mientras se estrujaban los sesos para buscar una solución. La han encontrado. El buque catalán ya se dirige a la zona de rescate, donde hay al menos cuatro embarcaciones avistadas con cerca de 550 personas a bordo. El plan iba a ser diferente.

El Open Arms tenía prevista su llegada al puerto de Malta a las 12:30 horas. Allí le esperaba una parte de su tripulación y el equipo que gestiona desde tierra la misión de rescate, que iban a realizar las últimas compras de suministros. Una vez recargada la gasolina, el buque de la ONG partiría “lo antes posible” hacia la zona SAR (búsqueda y rescate). Pero no pudo atracar en la isla. El Gobierno de Malta retiró la autorización de llegar a su territorio, aunque advirtió que no era una decisión “definitiva”, sino que se trataba de algo “puntual”, explican desde Pro Activa Open Arms. Las autoridades de la isla ofrecieron su “apoyo y ayuda” a la tripulación, en caso de que necesitasen algún agua o comida de forma urgente, pero no fue necesario. El buque catalán permaneció cerca de 12 horas a 12 millas de la costa, para respetar la decisión de no entrar en aguas maltesas.

Del mismo modo, el Ejecutivo maltés impidió el acceso al barco de la ONG Life Line, con más de 200 personas rescatadas. La restricción de entrada a Malta se produjo horas antes de la cumbre informal de jefes de Estado de la Unión Europea, en la que discutirán sobre el papel de los buques de rescate de refugiados y los desembarcos de las personas salvadas. Si las ONG de salvamento siempre son incómodas, este fin de semana lo eran más. Una vez que la tripulación a bordo del Open Arms confirmó las dificultades para repostar en Malta este sábado, los miembros de la ONG se pusieron manos a la obra. Crearían un plan B. “No podemos estar 24 horas más aquí”, decía con inquietud Oscar Camps, presidente de la organización.

La activista encargada de logística de la organización en la isla permanecía clavada a su teléfono en busca de una fórmula para repostar y trasladar al barco todas las medicinas, mantas, comida y demás de materiales humanitarios requeridos. Buscaban la manera de salir de la isla, de no quedarse más tiempo en tierra, con la mente clavada en las vidas que podrían estar en peligro en el mar. “Confirmado. Hacemos transfer”, señalaron desde la ONG. La organización, que no quería esperar ni un solo día más para zarpar a la zona de rescate, o los servicios de un buque portamercancías para trasladar a la tripulación en tierra y los suministros necesarios. Tendrá que repostar gasolina en alta mar. Una vez tomada la decisión, los voluntarios y miembros de Open Arms se desplazaron al puerto, donde, organizados en una cadena humana con la ayuda de voluntarios de la organización de rescate See Wacth, depositaron todo el material en la embarcación Cerca de 50 bolsas cargadas de las mantas que tantas veces han cubierto a las miles de personas una vez rescatadas en alta mar. Sacos llenos de medicinas, vendajes, suero. Un desfibrilador. Alimentos congelados y algunas botellas de agua. Una veintena de garrafas de gasolina.

Con todo a bordo, el buque portamercancías, a pesar de los impedimentos iniciales, partió al encuentro del Open Arms. Tras casi tres horas de recorrido, el Open Arms apareció en el horizonte. Su tripulación estaba preparada para recoger las bolsadas de material que cargaba, así a los miembros de la ONG y periodistas que esperábamos su llegada a Malta. Las lanchas de la organización realizaron un total de tres viajes hasta dar por finalizado la transferencia. El recorrido del buque de mercancías no era solo ida. También debía llevar a puerto a los dos miembros de la ONG que daban por finalizada su misión en este punto, tras zarpar del puerto de Valencia este miércoles.

Marc, el capitán, y Víctor, el cocinero se despedían de sus compañeros, se abrazaban, se deseaban suerte en una misión que se antoja complicada. “La vida pirata es la vida mejor”, empezó a entonar uno de los voluntarios. Uno tras otro, dedicaron la mítica canción, versionada para la ocasión a quienes decían adiós. Víctor, el cocinero vasco que tanto había cuidado y alimentado, a la tripulación durante una semana de misión accidentada, no podía evitar las lágrimas. Ahora empezaba realmente el trabajo de sus compañeros. “Venga, ahora empezamos a trabajar”, dijo uno de ellos antes de ponerse a medianoche colocar el material con una rapidez asombrosa. “¡Nos dirigimos hacia la zona SAR”, anunciaron desde la cabina. Horas después, el Open Arms ha recibido el aviso de Roma de la detección de cuatro barcas en riesgo al norte de libia, en aguas internacionales. La tripulación del Open Arms no ha tardado en decidir que va para allá. Al lugar donde pueden hacer lo que de verdad saben: salvar vidas.

11:43

Día 1. Rumbo a la zona de rescate

Ya estamos a bordo del Open Arms. Amanecemos en el buque de la ONG catalana a 124 millas de la zona de rescate. No ha sido fácil. Los obstáculos para dejar atrás Malta y zarpar en busca de vidas en peligro han sido muchos, pero no han logrado frenar a su tripulación. “Mientras estamos aquí, están pasando cosas. Podría haber gente a la que salvar”, decía Oscar Camps, presidente de la ONG cuando aún se encontraba en tierra maltesa.

A medianoche, la tripulación, ya unida, logró por fin emprender el camino. Su equipo recargó el barco de rescate con decenas de bolsas cargadas de mantas, medicinas, productos de higiene, raciones de emergencia, pañales…

Aquellas mantas que ya han cubierto a miles de personas durante las casi 50 misiones que acumula en el Mediterráneo Pro Activa Open Arms. Los medicamentos que estabilizarán a los náufragos en caso de rescate. Una veintena de bidones de gasolina para llegar allá donde los necesiten. Intentan no dejar nada, todo puede hacer falta.

Entre aplausos y cantos despedían este sábado a parte de la tripulación que debía volver a puerto. Víctor, el cocinero que ha cuidado y alimentado al equipo desde su salida de Valencia, decía hasta pronto entre lágrimas de emoción: “Suerte”.

La tripulación del Open Arms ordenó el nuevo material y suministros en tiempo récord. “Venga, ahora ya podemos empezar a hacer nuestro trabajo”, decía otro miembro de la tripulación.

Es la primera misión del Open Arms después del secuestro del buque por parte de la justicia italiana. Su presencia, como la del resto de ONG de rescate, es incomóda. Tres meses después, había ganas de dejar a un lado las trabas burocráticas, los problemas jurídicos, la incertidumbre sobre en qué puerto terminarán.

Mientras los jefes de Estado europeos se reúnen en una cumbre informal sobre asuntos europeos; mientras hablan de ellos en los despachos, el Open Arms se dirige a la zona donde pueden hacer lo que saben hacer: salvar vidas.

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